Como todos los cefalópodos,
el pulpo común es una especie dioica, es decir, sus individuos pertenecen a uno
de ambos sexos. Aunque resulta difícil distinguir un macho de una hembra en su
etapa juvenil, en la edad adulta muestran un claro dimorfismo sexual. En los
machos, de menor talla, el tercer brazo derecho se transforma en su tramo final
y funciona como un pene, el hectocotilo. Otros dos de sus brazos poseen uno o
dos pares de ventosas agrandadas. Unos caracteres morfológicos externos de los
que carecen las hembras adultas.
En la
cópula, el macho introduce el brazo hectocotilizado en la cavidad paleal de la
hembra y deposita en ella los espermatozoides. Los pulpos son promiscuos. Igual
que en otras especies de cefalópodos, probablemente existe competencia
espermática: el esperma de un macho puede ser retirado por el de otro que
copule más tarde. Tras la fecundación, la hembra busca un lugar para realizar
la puesta, una cueva o anfractuosidad de la roca de suficiente amplitud, oculta
y fácil de defender.
La
hembra coloca los huevos en ristras que une al techo de la cueva por un
extremo, formando racimos. El desarrollo embrionario dura de uno a cuatro
meses, dependiendo de la temperatura del agua. Durante este tiempo la hembra
permanece acantonada en su guarida, aireando, limpiando y protegiendo la
puesta; no se alimenta, sino que aprovecha sus sustancias de reserva para
sobrevivir. Cuando el embrión alcanza el tamaño apropiado dentro del huevo y el
saco vitelino se ha consumido casi por completo, se produce la eclosión.
Entonces, la madre, agotada y desgastada, muere.
Un
recién nacido de pulpo es morfológicamente semejante a un adulto. El desarrollo
embrionario es directo, no hay metamorfosis con distintas etapas larvarias,
como ocurre en los demás moluscos. A esta fase del ciclo biológico del pulpo se
la denomina paralarva. Después de un período más o menos prolongado de vida
planctónica en aguas profundas, las paralarvas se acercan a la costa y se
asientan en el fondo. Los juveniles bentónicos poseen una gran capacidad para
cazar presas vivas, así como un amplio repertorio de respuestas cromáticas y
posturales que les ayudan a esconderse de sus depredadores.
Actualmente,
los autores investigan en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia
las condiciones topográficas, hidrográficas y biológicas de los hábitats de
reproducción del pulpo. De esta forma, se podrá elaborar un plan que permita
preservar las áreas de puesta y alevinaje de estos cefalópodos de tan alto
interés comercial.
Interesante información.
ResponderBorrar